¡Pobre de mí!
De mis noches en vela,
de mi llanto en pena.
¡Pobre de mí!
De mis tardes solitarias,
mariposas desencantadas.
¿Qué sucede con la primavera?
¿A dónde has ido hermosa princesa?
¿Qué precisas para ser quien eras?
Te daría mil flores si quisieras.
¡Pobre de mí en definitiva!
De mis mañanas decoloridas,
presencia perdida.
¡Pobre de mí en definitiva!
de mi existencia frívola,
de mi ausencia desmedida.
Bienvenida
"Y en su propio lecho de muerte, desnuda la vida le abandonó..."
Cual gaviota agonizando
la vida reluciente en mi ventana ha de golpear,
se enmaraña por mis venas en aletargado caudal,
y de vez en cuando, y de cuando vez
el nombre de nuestra amada ha de pronunciar:
poesía! Oh poesía!
Cual gaviota agonizando
la vida reluciente en mi ventana ha de golpear,
se enmaraña por mis venas en aletargado caudal,
y de vez en cuando, y de cuando vez
el nombre de nuestra amada ha de pronunciar:
poesía! Oh poesía!
jueves, 13 de noviembre de 2008
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1 comentarios:
Bravo, sencillo, audaz...me gusta, que bueno que retomemos el sitio..estaba algo abandonado.
un beso.
Au revoir.
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