Bienvenida

"Y en su propio lecho de muerte, desnuda la vida le abandonó..."

Cual gaviota agonizando
la vida reluciente en mi ventana ha de golpear,
se enmaraña por mis venas en aletargado caudal,
y de vez en cuando, y de cuando vez
el nombre de nuestra amada ha de pronunciar:
poesía! Oh poesía!

Dulce Melodía.



Ay! de lo ignorado.

sábado, 27 de septiembre de 2008

 

Ay del brillo en tus ojos
que por sordos no entendieron,
que regalar es voluntario,
y de amar se necesita.

Ay de la sombra de tu cuello,
del escondite frío de mis lágrimas,
del espacio que no cubre,
ni la carne o tu conciencia.


20-08-2008 I.E.

1 comentarios:

Fye dijo...

Tiempo hacía ya que no pasaba. Me alegra poder leer nuevamente estas bellas palabras. Esperaré con muchas ansias el siguiente.