Revuélcate en la senda del traidor condenado,
Contempla la gente hipócrita, cual ciervo herido.
Controla el deseo enfermizo de rasgar sus caras,
de arrancarlas y escupirlas.
Que el milagro del destierro sea vida,
Que la sangre derramada cobre sentido
Que la daga vengadora grite ¡justicia!
Que la bruma inquisidora corra despavorida.
Que en tus manos encuentre la victoria,
Y bebamos el brebaje dulce
De la pasión verdadera,
El sentimiento irascible.
Hasta derramar la última lágrima,
Hasta llorar tus heridas
Hasta encontrar un consuelo,
En el lecho de nuestras cenizas.
++.Au_Revoir.++
1 comentarios:
Muy bello realmente, me gusta mucho tu forma de escribir. Espero poder leerte pronto nuevamente.
Yo veré si puedo finalizar algo que comencé hoy...
Nos hablamos.
Fye
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